Elementos fundamentales y enfoques de la investigación.
Desde el punto de vista de su etimología, investigar proviene del latín in (en) y vestigare (hallar, inquirir, indagar, seguir vestigios) lo que conduce al concepto más elemental de descubrir o averiguar alguna cosa. De esta manera se puede considerar al investigador como el individuo que se dedica a alguna actividad de búsqueda, independiente a su metodología, propósito e importancia.
Un método puede o no funcionar para un determinado tipo de investigación. No existe inflexibilidad en cuanto a decidir la ruta a seguir cuando se inicia el largo transitar de la búsqueda de mejoras o soluciones de los aspectos que afectan al individuo. Este desarrollo puede sustentarse en diferentes paradigmas o enfoques.
De acuerdo al tema de estudio, el investigador se cuestiona y delimita sus objetivos. Es a partir de este momento cuando definirá el enfoque o paradigma que le llevará a la consecución de su estudio. Los aspectos metodológicos podrían variar de acuerdo al perfil filosófico que predomine el entorno que quien se encuentra realizando dicho estudio. Nuevos modelos han irrumpido en la escena metodológica, que promoviendo la comprensión y la creatividad mediante el descubrimiento y la experimentación, han derivado en innumerables choques paradigmáticos; cambiando la visión del mundo entorno al modelo a seguir durante una investigación. Por otra parte, también pretenden desarrollar las capacidades de autoformación.
Con el apoyo de las ciencias cognitivas se ha permitido que dichos modelos sean más flexibles y abiertos, transformándolos en modelos activos donde los elementos que conforman el proceso investigativo, interactúan para construir el conocimiento de las partes involucradas. El conocimiento se logra a través de la reflexión que provoca la incertidumbre, la no creencia de algo absoluto paralelo a la verdad, provoca que la certidumbre del no conocer, desde el momento que algo se cree conocido, se deje de conocer.
El investigador puede influenciar sus objetivos a partir de la pregunta inicial. Dado a que esta dirige inexorablemente la ruta que del investigador para el logro de los mencionados objetivos. La relevancia de la investigación se indica al justificar las razones del estudio en cuestión. La postura tomada al momento de estudiar un fenómeno dependerá de las opciones disponibles para llevarlo a cabo. El bagaje tecnológico y filosófico determina la manera de adquisición del conocimiento humano y sus procesos de producción. Los paradigmas tienen una base de generación en combinaciones elaboradas en diferentes ejes: el empirismo, el racionalismo, el realismo y el idealismo.
Por supuesto que la realidad de un fenómeno u objeto de estudio no es única, la percepción de la realidad de cada individuo es intrínseca de su propio ser; es decir, las experiencias previas afectaran el valor otorgado a cada momento metodológico por el que transite la investigación. El propio investigador podría observar el mismo fenómeno desde diferentes ángulos; y aún así, su realidad mantenerse intacta. El análisis en cuanto a la efectividad de la investigación se basa en la tendencia filosófica que se adopta, esta cuestión no es solamente teórica, sino que también ejerce trascendentalmente la puesta en práctica del modelo metodológico que regirá el destino de los resultados de dicho conocimiento. Por lo que la generación de nuevos paradigmas está siempre latente, me atrevería a inferir que la investigación toma vida propia y define su alcance a medida que avanza.
La investigación tiene carácter liberador, transformador, alimenta el espíritu de quien comprende que la llave del crecimiento humano reside en la manera de adquisición de conocimiento. La utilidad de dicho conocimiento vendrá dada por las necesidades particulares de los individuos, grupos o sociedades. Las grandes transformaciones de las sociedades están asociadas con la producción de conocimiento. Los ámbitos filosóficos, literarios, científicos, tecnológicos, culturales y educativo se encuentran íntimamente enlazados por el deseo humano de crecer, progresar, comprender o analizar los fenómenos que rodean la existencia de la vida misma.
Desde el punto de vista de su etimología, investigar proviene del latín in (en) y vestigare (hallar, inquirir, indagar, seguir vestigios) lo que conduce al concepto más elemental de descubrir o averiguar alguna cosa. De esta manera se puede considerar al investigador como el individuo que se dedica a alguna actividad de búsqueda, independiente a su metodología, propósito e importancia.
Un método puede o no funcionar para un determinado tipo de investigación. No existe inflexibilidad en cuanto a decidir la ruta a seguir cuando se inicia el largo transitar de la búsqueda de mejoras o soluciones de los aspectos que afectan al individuo. Este desarrollo puede sustentarse en diferentes paradigmas o enfoques.
De acuerdo al tema de estudio, el investigador se cuestiona y delimita sus objetivos. Es a partir de este momento cuando definirá el enfoque o paradigma que le llevará a la consecución de su estudio. Los aspectos metodológicos podrían variar de acuerdo al perfil filosófico que predomine el entorno que quien se encuentra realizando dicho estudio. Nuevos modelos han irrumpido en la escena metodológica, que promoviendo la comprensión y la creatividad mediante el descubrimiento y la experimentación, han derivado en innumerables choques paradigmáticos; cambiando la visión del mundo entorno al modelo a seguir durante una investigación. Por otra parte, también pretenden desarrollar las capacidades de autoformación.
Con el apoyo de las ciencias cognitivas se ha permitido que dichos modelos sean más flexibles y abiertos, transformándolos en modelos activos donde los elementos que conforman el proceso investigativo, interactúan para construir el conocimiento de las partes involucradas. El conocimiento se logra a través de la reflexión que provoca la incertidumbre, la no creencia de algo absoluto paralelo a la verdad, provoca que la certidumbre del no conocer, desde el momento que algo se cree conocido, se deje de conocer.
El investigador puede influenciar sus objetivos a partir de la pregunta inicial. Dado a que esta dirige inexorablemente la ruta que del investigador para el logro de los mencionados objetivos. La relevancia de la investigación se indica al justificar las razones del estudio en cuestión. La postura tomada al momento de estudiar un fenómeno dependerá de las opciones disponibles para llevarlo a cabo. El bagaje tecnológico y filosófico determina la manera de adquisición del conocimiento humano y sus procesos de producción. Los paradigmas tienen una base de generación en combinaciones elaboradas en diferentes ejes: el empirismo, el racionalismo, el realismo y el idealismo.
Por supuesto que la realidad de un fenómeno u objeto de estudio no es única, la percepción de la realidad de cada individuo es intrínseca de su propio ser; es decir, las experiencias previas afectaran el valor otorgado a cada momento metodológico por el que transite la investigación. El propio investigador podría observar el mismo fenómeno desde diferentes ángulos; y aún así, su realidad mantenerse intacta. El análisis en cuanto a la efectividad de la investigación se basa en la tendencia filosófica que se adopta, esta cuestión no es solamente teórica, sino que también ejerce trascendentalmente la puesta en práctica del modelo metodológico que regirá el destino de los resultados de dicho conocimiento. Por lo que la generación de nuevos paradigmas está siempre latente, me atrevería a inferir que la investigación toma vida propia y define su alcance a medida que avanza.
La investigación tiene carácter liberador, transformador, alimenta el espíritu de quien comprende que la llave del crecimiento humano reside en la manera de adquisición de conocimiento. La utilidad de dicho conocimiento vendrá dada por las necesidades particulares de los individuos, grupos o sociedades. Las grandes transformaciones de las sociedades están asociadas con la producción de conocimiento. Los ámbitos filosóficos, literarios, científicos, tecnológicos, culturales y educativo se encuentran íntimamente enlazados por el deseo humano de crecer, progresar, comprender o analizar los fenómenos que rodean la existencia de la vida misma.
