jueves, 28 de enero de 2010

Gerencia del Conocimiento, una disciplina básica para el futuro empresarial.

El mundo empresarial se encuentra en un entorno muy dinámico, cambiante que lo obliga a introducir nuevas propuestas, productos, soluciones y servicios. Cuando tenemos estas condiciones, las experiencias pasadas o conocimientos antiguos no son suficientes para afrontar las nuevas demandas del mercado. Para ello se debe generar, introducir o crear nuevas fuentes de conocimiento al cúmulo de experiencias ya obtenidas, de forma que se pueda hacer frente a la situación cambiante que ofrece el mencionado entorno.

El conocimiento consiste en verdades, creencias, perspectivas, conceptos, juicios, expectativas y metodologías. Así como también como una combinación de información, contexto y experiencia. Existen dos tipos de conocimiento. Uno de ellos es el Tácito que puede ser transferido mediante conversaciones informales entre compañeros o a través de una instrucción personal. El otro tipo es el Explícito que es definido como aquel que puede ser capturado físicamente, codificado o almacenado electrónicamente e implica hechos, ideas, teorías, rutinas, manuales e instructivos.

La gerencia del conocimiento se podría definir como un proceso de creación desarrollo y difusión del conocimiento con el fin de ayudar a la organización a mantenerse competitiva, satisfaciendo necesidades presentes y futuras con el objetivo de alcanzar nuevas oportunidades. Cualquier iniciativa en gerencia del conocimiento deberá comenzar aceptando la idea del conocimiento como un activo muy importante para la organización. Dicho activo es de carácter público, que se incrementa cuando se comparte y de esta manera se desarrolla.

Debido a su multidisciplinariedad, es necesario entender el activo conocimiento antes de pasar a su gestión. La primera disciplina es la estrategia, que lo identifica como el recurso crítico para el éxito empresarial. El segundo punto, lo representa el ámbito operacional. Este implica el saber hacer de la empresa. La gerencia del conocimiento debe ser paralela a la gestión de procesos, ya que es allí donde se genera este valioso activo. Por supuesto que el talento humano es vital en este proceso, siendo este generador y depositario del conocimiento.

La siguiente disciplina es el control de gestión. En la medida que los indicadores que utiliza la organización son inexorablemente útiles para el desarrollo del conocimiento. Por último, las tecnologías de la información en sus dos vertientes como depositario de la información y también como facilitadores de la creación de conocimiento.

Hay que tener en cuenta que para poner en marcha un proceso de transformación organizacional se debe estar dispuesto a superar barreras culturales y a motivar el deseo de contribuir en el talento humano. Pero también a encontrar beneficios que generan crecimiento del conocimiento organizacional y las ventajas sobre la productividad que este activo implica.

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