Funciones del docente y el estudiante en la educación abierta y a distancia.
“La modalidad educativa abierta y a distancia se estructura o compone de varios elementos que la caracterizan e interaccionan en este ámbito educativo, en donde se aplican diversas metodologías y estrategias educativas para propiciar los aprendizajes esperados, plasmados en los objetivos a alcanzar por los estudiantes”.
Roquet, 2005, p.01.
Cuando las personas se desempeñan en este tipo de educación, reconocer estos elementos (que la componen o estructuran) es vital para la comprensión de la utilización de ciertas estrategias o metodologías que faciliten el proceso enseñanza-aprendizaje.
En este caso, se plantean las funciones del docente y el estudiante. Aunque; sería una difícil tarea desasociarlos del resto de los componentes como lo son: los medios de comunicación, los materiales didácticos, la organización y la administración.
El estudiante, siendo el sujeto a formar o educar, tiene un rol protagónico en la construcción de su conocimiento. Este representa el destino de toda labor educativa. Aquí reside la importancia del mismo. Resulta innegable el conocer sus antecedentes o referencias previas al conocimiento a compartir. Además de sus motivaciones, intereses, estilos de aprendizaje, ambientes de estudio, valores, y un extenso etcétera que se interrelacionan para generar los elementos básicos de lo que será su desempeño en la educación a distancia.
La característica primordial de este estudiante a distancia, es que se trata de un individuo adulto física y mentalmente. Por lo tanto, sabe lo que quiere y busca con los nuevos aprendizajes significativos a adquirir. Sin embargo, carece de estrategias de estudio y desconoce las formas para automotivarse, y cursar una carrera de manera autónoma e independiente.
La persona que desea convertirse en estudiante de educación abierta y a distancia se encuentra en un grupo considerado como heterogéneo en edad, cualificación y nivel. Donde además estudiar en el hogar o lugar de trabajo es común. Representa una población dispersa (estadísticamente hablando) en situación libre cuyo aprendizaje es independiente. La interacción social con respecto a la educación presencial es menor. En otras palabras, la educación es su actividad secundaria; y por ende, la carga curricular es discernida por el propio estudiante.
La valoración de los conocimientos, la superación personal y la realización como individuo se funden como piedra angular de su motivación. Dada la claridad de propósito en sus estudios, encuentra aplicación inmediata del conocimiento con respecto a su vida cotidiana.
El estudiante de esta modalidad tiene que prepararse para manejar estrategias que le permitan reconocer:
Los objetivos de aprendizaje.
La importancia de los contenidos y su secuenciación.
La selección de momentos adecuados para el estudio.
La programación de tiempos para la realización de trabajos.
Identificación del momento para la evaluación de conocimientos.
Coordinación de los tiempos, los ritmos, el estilo y el ambiente de aprendizaje.
De esta forma podrá alcanzar con mayor éxito los estudios que representan una alternativa viable y flexible para maximizar su aprendizaje.
El siguiente componente a mencionar de esta modalidad educativa es el docente, el cual es conocido como tutor, asesor o facilitador. De él dependen en gran medida las capacidades de las instituciones educativas que imparten educación abierta y a distancia.
Para ello, es necesario que el mismo tenga formación en la modalidad, es decir, que desarrolle capacidades características y actitudes cónsonas con dicho entorno. Debido a que su desempeño será mediado y no directo. Su docencia apuntara hacia la motivación del estudiante, la potenciación del estudio independiente y autónomo.
Las funciones básicas que deberá desempeñar en la mencionada modalidad, se pueden agrupar en tres niveles: las relaciones con los estudiantes, las académico-administrativas y las puramente administrativas.
Relación con los estudiantes:
Establecer comunicación lo antes posible con cada estudiante. Procurando mantener una adecuada relación con el estudiante para acortar la distancia física, psicológica y cognoscitiva, entre el asesor y el estudiante.
Orientar al estudiante ante cualquier duda sobre el desarrollo de la asignatura.
Favorecer la participación de cada estudiante en los foros de discusión y en la realización de los trabajos colectivos (Aprendizaje colaborativo).
Hacer consciente al estudiante de la responsabilidad de su propio aprendizaje.
Orientar e informar al estudiante sobre trámites y reglamentos.
Académico-Administrativas:
Participar en la planeación, desarrollo y operación del programa educativo de la asignatura.
Diseñar actividades y estrategias de enseñanza-aprendizaje.
Participar en la planeación y desarrollo de materiales de estudio.
Diseñar procedimientos de evaluación (autoevaluación, coevaluación y heteroevaluación).
Calendizar las actividades relacionadas con la asignatura: lecturas, ejercicios, tareas, visitas, evaluaciones, entre otras.
Llevar control y registro de actividades en la carpeta de cada estudiante.
Realizar comentarios a cada uno de los trabajos realizados por el estudiante.
Proponer diferentes formas de abordar el conocimiento.
Revisar y actualizar la estructura didáctica: objetivos, contenidos, actividades, entre otros.
Realimentar el proceso de aprendizaje a través de las evaluaciones.
Promover en el estudiante la autonomía y la autogestión de su formación en permanente diálogo con sus pares.
Promover el aprendizaje colaborativo como estrategia didáctica y fomentar la cooperación, la participación, la confrontación de ideas y el consenso.
Administrativas:
Emitir calificaciones a las instancias correspondientes.
Seleccionar los medios de comunicación más adecuados que faciliten el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Participar en coloquios para intercambiar experiencias de enseñanza en línea dentro de la misma institución educativa.
Para finalizar, el asesor o tutor a distancia deberá reunir un perfil de competencias, características, habilidades y actitudes que aplicará durante la asesoría. Permitiéndole alcanzar las metas propias y ajenas (sus estudiantes), las cuales conllevan a la consecución inexorable del fin común: Aprendizajes significativos.
“La modalidad educativa abierta y a distancia se estructura o compone de varios elementos que la caracterizan e interaccionan en este ámbito educativo, en donde se aplican diversas metodologías y estrategias educativas para propiciar los aprendizajes esperados, plasmados en los objetivos a alcanzar por los estudiantes”.
Roquet, 2005, p.01.
Cuando las personas se desempeñan en este tipo de educación, reconocer estos elementos (que la componen o estructuran) es vital para la comprensión de la utilización de ciertas estrategias o metodologías que faciliten el proceso enseñanza-aprendizaje.
En este caso, se plantean las funciones del docente y el estudiante. Aunque; sería una difícil tarea desasociarlos del resto de los componentes como lo son: los medios de comunicación, los materiales didácticos, la organización y la administración.
El estudiante, siendo el sujeto a formar o educar, tiene un rol protagónico en la construcción de su conocimiento. Este representa el destino de toda labor educativa. Aquí reside la importancia del mismo. Resulta innegable el conocer sus antecedentes o referencias previas al conocimiento a compartir. Además de sus motivaciones, intereses, estilos de aprendizaje, ambientes de estudio, valores, y un extenso etcétera que se interrelacionan para generar los elementos básicos de lo que será su desempeño en la educación a distancia.
La característica primordial de este estudiante a distancia, es que se trata de un individuo adulto física y mentalmente. Por lo tanto, sabe lo que quiere y busca con los nuevos aprendizajes significativos a adquirir. Sin embargo, carece de estrategias de estudio y desconoce las formas para automotivarse, y cursar una carrera de manera autónoma e independiente.
La persona que desea convertirse en estudiante de educación abierta y a distancia se encuentra en un grupo considerado como heterogéneo en edad, cualificación y nivel. Donde además estudiar en el hogar o lugar de trabajo es común. Representa una población dispersa (estadísticamente hablando) en situación libre cuyo aprendizaje es independiente. La interacción social con respecto a la educación presencial es menor. En otras palabras, la educación es su actividad secundaria; y por ende, la carga curricular es discernida por el propio estudiante.
La valoración de los conocimientos, la superación personal y la realización como individuo se funden como piedra angular de su motivación. Dada la claridad de propósito en sus estudios, encuentra aplicación inmediata del conocimiento con respecto a su vida cotidiana.
El estudiante de esta modalidad tiene que prepararse para manejar estrategias que le permitan reconocer:
Los objetivos de aprendizaje.
La importancia de los contenidos y su secuenciación.
La selección de momentos adecuados para el estudio.
La programación de tiempos para la realización de trabajos.
Identificación del momento para la evaluación de conocimientos.
Coordinación de los tiempos, los ritmos, el estilo y el ambiente de aprendizaje.
De esta forma podrá alcanzar con mayor éxito los estudios que representan una alternativa viable y flexible para maximizar su aprendizaje.
El siguiente componente a mencionar de esta modalidad educativa es el docente, el cual es conocido como tutor, asesor o facilitador. De él dependen en gran medida las capacidades de las instituciones educativas que imparten educación abierta y a distancia.
Para ello, es necesario que el mismo tenga formación en la modalidad, es decir, que desarrolle capacidades características y actitudes cónsonas con dicho entorno. Debido a que su desempeño será mediado y no directo. Su docencia apuntara hacia la motivación del estudiante, la potenciación del estudio independiente y autónomo.
Las funciones básicas que deberá desempeñar en la mencionada modalidad, se pueden agrupar en tres niveles: las relaciones con los estudiantes, las académico-administrativas y las puramente administrativas.
Relación con los estudiantes:
Establecer comunicación lo antes posible con cada estudiante. Procurando mantener una adecuada relación con el estudiante para acortar la distancia física, psicológica y cognoscitiva, entre el asesor y el estudiante.
Orientar al estudiante ante cualquier duda sobre el desarrollo de la asignatura.
Favorecer la participación de cada estudiante en los foros de discusión y en la realización de los trabajos colectivos (Aprendizaje colaborativo).
Hacer consciente al estudiante de la responsabilidad de su propio aprendizaje.
Orientar e informar al estudiante sobre trámites y reglamentos.
Académico-Administrativas:
Participar en la planeación, desarrollo y operación del programa educativo de la asignatura.
Diseñar actividades y estrategias de enseñanza-aprendizaje.
Participar en la planeación y desarrollo de materiales de estudio.
Diseñar procedimientos de evaluación (autoevaluación, coevaluación y heteroevaluación).
Calendizar las actividades relacionadas con la asignatura: lecturas, ejercicios, tareas, visitas, evaluaciones, entre otras.
Llevar control y registro de actividades en la carpeta de cada estudiante.
Realizar comentarios a cada uno de los trabajos realizados por el estudiante.
Proponer diferentes formas de abordar el conocimiento.
Revisar y actualizar la estructura didáctica: objetivos, contenidos, actividades, entre otros.
Realimentar el proceso de aprendizaje a través de las evaluaciones.
Promover en el estudiante la autonomía y la autogestión de su formación en permanente diálogo con sus pares.
Promover el aprendizaje colaborativo como estrategia didáctica y fomentar la cooperación, la participación, la confrontación de ideas y el consenso.
Administrativas:
Emitir calificaciones a las instancias correspondientes.
Seleccionar los medios de comunicación más adecuados que faciliten el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Participar en coloquios para intercambiar experiencias de enseñanza en línea dentro de la misma institución educativa.
Para finalizar, el asesor o tutor a distancia deberá reunir un perfil de competencias, características, habilidades y actitudes que aplicará durante la asesoría. Permitiéndole alcanzar las metas propias y ajenas (sus estudiantes), las cuales conllevan a la consecución inexorable del fin común: Aprendizajes significativos.
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